Jerez. Un Gran Caballero

El pasado día 17 de enero pasó a la reserva el General Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre, el Excmo. Sr. D. Marín Bello Crespo. Desde el punto de vista cofrade esto no tendría la más mínima relevancia, si no fuera por todo lo que este cacereño ha hecho por la Hermandad de la Defensión desde el año 2004, fecha en la que llegó a la sede de la Capitanía General, en la sevillana Plaza de España.
Ese mismo año, pero en el mes de diciembre, tomaría posesión la Junta de Gobierno que me honro en presidir, por lo que el contacto y el trabajo con este gran profesional ha sido intenso. Gracias a la gran labor del anterior Hermano Mayor, José Manuel Benítez Vázquez, y del conjunto de sus Oficiales, la Hermandad de la Defensión dejaba atrás varios años de vicisitudes. Estos años aciagos no sólo repercutieron en la vida interna de la corporación, sino que afectaron gravemente a las relaciones institucionales, y más concretamente al estamento militar.
El tradicional concierto de la coloquialmente llamada Banda de Música del “Soria 9”, la Misa de Ofrenda del Ejército el Martes Santo por la mañana, la escolta de honor al Stmo. Cristo y a su Bendita Madre durante la estación de penitencia, la admisión como hermano de honor del Capitán General; todos estos actos estuvieron en verdadero riesgo de desaparecer, no ya por la inevitable marcha de los acuartelamientos de la ciudad, sino por la mencionada crisis interna por la que atravesó la institución.
Como ya comenté anteriormente, las gestiones de mi predecesor evitaron la desaparición de la mayoría de estas tradiciones, pero sin lugar a dudas fue la providencial llegada del General Marín Bello Crespo, lo que motivó en un primer momento el afianzamiento de los actos y finalmente, el devolver a dichas celebraciones el esplendor de antaño.
En ningún caso ha sido tarea fácil el afianzar y recuperar esplendores pretéritos. A la profesionalización de la tropa hay que unir el carácter de “voluntariedad” con el que los soldados hacen acto de presencia en las celebraciones religiosas. El desempeño de su profesión no incluye el formar parte de actos que no sean la de dar su vida por España. Es en este punto donde el General Marín Bello ha sabido desenvolverse con gran inteligencia y habilidad, siendo la Hermandad de la Defensión la cofradía que cuenta con mayor presencia del estamento militar, superando a hermandades tan famosas como La Paz y San Bernardo de la vecina ciudad de Sevilla.
Este gran soldado de infantería pasará a la historia como el primer General Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre del ejército de España, con la particularidad de haber estado bajo las órdenes de cuatro Tenientes Generales en los últimos tres años y medio, cuestión esta que nos puede dar una idea de las cualidades de este magnífico profesional. Ha sido el General Marín Bello un profesional siempre preocupado por su formación. Una licenciatura en Geografía e Historia, un máster en comunicación y el perfecto manejo del inglés, francés e italiano, unido a su diplomatura de Estado Mayor, lo convierten en un brillante militar.
En un lugar tan singular y especial como el Salón del Trono de Capitanía, tuvo lugar el pasado día 17 de enero el acto de despedida del General de Estado Mayor Marín Bello Crespo, dándose cita una amplia representación de las instituciones de la sociedad sevillana, estando presente una delegación de la Junta de Gobierno para rendir el merecido homenaje a tan insigne caballero y cofrade.
Finalmente, como Hermano Mayor de la Defensión, quisiera agradecer públicamente los desvelos que el General Marín Bello ha tenido hacia esta hermandad y por ende hacia Jerez, al permitir y favorecer la realización de estos actos castrenses.

José María Prieto Guinea Hermano Mayor de la Defensión