Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

viernes, marzo 21, 2008

Jerez. Clasicismo puro llegado desde El Carmen


De esta manera, Jerez pudo volver a ver procesionar a una de las corporaciones más clásicas de nuestra Semana Santa. Como gran novedad, la renovada túnica de los nazarenos, compuesta por escapulario y antifaz de esclavina por delante y pico monacal a la espalda, todo de color marrón carmelita y ciñendo la cintura, un cinturón de cuero negro. Tras la Cruz de Guía, el rico altar de insignias que la Hermandad saca a la calle, destacando, entre otros, el Conopeo y el Tintinabulo, atributos que sólo portan en Jerez esta Cofradía y la del Transporte, ya que ambas residen en Basílicas. También destacaron en el cortejo el Senatus, inspirado en los de los armaos de la sevillana cofradía de la Macarena, así como el Banderín Carmelitano y la Bandera Concepcionista, dos joyas salidas del taller de Esperanza Elena Caro. Tras el elegante cortejo de nazarenos apareció esa maravilla de paso de misterio surgida de la gubia de Guzmán Bejarano y que pasea todos los Jueves Santo al Santísimo Cristo de la Lanzada, imagen del Siglo XVIII que transmitió ayer una gran serenidad a todos los que pudieron gozar de él en la calle. Completando el misterio, María Santísima de Gracia y Esperanza, San Juan, de Antonio Eslava, María Magdalena, de Pinto Barraquero, y las dos Marías y el Longinos, obras estas últimas de Ramos Corona. Como exorno floral, claveles color sangre de toro y, al pie de la Cruz, siemprevivas. Y si destacada fue la novedad de las nuevas túnicas, no menos lo fue el acompañamiento sonoro que llevó ayer detrás el paso de misterio, a cargo de la Unión Musical Astigitana, de Écija. Hay que felicitar a la Junta de Gobierno de la Hermandad por el acierto del acompañamiento musical. Éramos muchos los que lo deseábamos desde hace tiempo y, aunque algunos hubieran preferido sones de cornetas y tambores, lo cierto es que el cuidadísimo repertorio de marchas procesionales a cargo de la Astigitana proporcionó un clasicismo muy en consonancia con el espíritu carmelitano de esta hermandad. Corto pero intenso Es el de La Lanzada el recorrido más corto de cuantas hermandades procesionan a la Santa Iglesia Catedral, pero es también de los más intensos, ya que proporciona estampas de gran belleza. Lo fue, una vez más, la salida del paso de la Basílica del Carmen. Las medidas de la puerta provocaron que los costaleros tuvieran que echarse a tierra para salvar el dintel. Además, se vivió un momento muy íntimo, al interpretarse el Requiem, de Mozart, en memoria del que fuera director espiritual de la Cofradía, el padre Miguel. El tránsito por Carmen, Sedería y Tornería a la ida a la Carrera Oficial fue muy seguido por el público, al igual que la vuelta a su templo por Barranco, Curtidores, plaza Peones y Carpintería Baja, donde parece mentira que quepa el misterio. Con la tranquilidad que da el trabajo bien hecho y después de dar una lección de elegancia y clasicismo, la Lanzada puso punto y final a su estación de penitencia al filo de las once de la noche.

Informa: La Voz Digital