Natera, un gran golpe de efecto

Cuando Muñoz Natera pensó en José Manuel Reyes, en Andrés Cañadas y en el Señor de las Cinco Llagas para protagonizar las tres primeras decisiones de su gestión como presidente, ya demostró tener un pleno conocimiento del mundo en el que se mueve.Pero cuando los eligió definitivamente y los presentó oficialmente a los propios hermanos mayores y a los medios de comunicación fue cuando confirmó que estamos posiblemente ante uno de los hombres más preparados para el puesto que va a desempeñar los próximos cinco años.Porque, no nos engañemos, las tres decisiones están basadas en la seguridad de no errar en el intento. Analizando el pregón de la Semana Santa, es evidente que Andrés Cañadas, por mucho que él quiera evitar esa atribución, es una apuesta segura para el Villamarta. Seguro de sí mismo, con una capacidad de comunicar que mejora día a día hasta llegar a cotas que lo colocan en la cima de la comunicación radiofónica y televisiva cofrade, Cañadas tiene un público fiel que le sigue, que sabe lo que puede dar, y que espera de él que convierta el Villamarta en su plató definitivo.Tablas, sobran. Experiencia, también. Porque si analizamos su trayectoria de pregonero, sólo encontraremos el Pregón a su Virgen de las Angustias, la Oración Poética del Perdón y el pregón del Rocío. Poco, pero de muchísima calidad. Eso demuestra que está sobradamente preparado, porque a esas alturas no llega ningún alumno, sino ya profesores de la materia. Y Andrés, filias y fobias aparte, lo es.Como lo es José Manuel Reyes. Cofrade de toda la vida del Santo Crucifijo de la Salud, gran conocedor de las interioridades, sensibilidades y curiosidades de la Semana Santa. Pintor detallista, sensible, de trazo fácil pero convincente. Puede dibujar el Santo Crucifijo con los ojos cerrados, o como una vez hizo, con un bolígrafo en la servilleta de la soledad de la barra de un bar. Todavía cuelga ese pequeño lienzo en la calle Caballeros, orgullo de un hostelero que se hizo ávido con el trozo de papel.Su currículum, fuera de dudas. Su gusto cofrade, también. Y juntar esos dos elementos era lo que necesitaba el cartel para terminar de despegar. José Manuel Reyes ha expuesto en sitios tan variopintos como Madrid, Nueva York, Bélgica, Miami, Barcelona, Portugal o Valencia. Pinta una media de 70 cuadros anuales, lo que asegura calidad frente a calidad, y su estilo, evidentemente clásico, no pasa jamás de moda. A tener en cuenta los oscuros del cartel, posiblemente los que más luz arrojen sobre las intenciones reales del artista. Pintar mundos en las sombras es su declaración de principios. Unas sombras que sólo sabrá romper el Santo Crucifijo de la Salud, imagen, rostro y oración del cartel de este año.Y por supuesto, el Señor de las Cinco Llagas. Ejemplo de devoción, de austeridad y de renovación. Con un hermano mayor consolidado como Francisco Barra, con una hermandad cimentada en la formación, la caridad y el culto. Una corporación, en definitiva, que asegura cumplir con las exigencias que se ha autoimpuesto con sapiencia el Consejo; traslados cortos, rápidos, con sentimiento y padresnuestros callados, para llegar a la Catedral. Un ejercicio piadoso del Vía-Crucis que organiza la Unión de Hermandades, pero que por primera vez no impondrá a la cofradía el estilo a seguir, rompiendo además valientemente con la tradición de elegir imágenes que no hayan salido previamente. Sin duda, las Cinco Llagas es de esas hermandades que, en principio, aseguran la dignidad y el saber hacer en la calle.Todo esto viene a corroborar que Muñoz Natera va a imprimr un estilo muy personal a un Consejo hecho a su medida, salvando lo que creyó oportuno del anterior pero impregnado de juventud y compromiso por igual con el resto de los consejeros. Apuestas claras para allanar un largo camino de cinco años que sabemos que desgasta, porque todos los que se han presentado a presidente así lo han confirmado.En el horizonte, un geriátrico con cerca de 100 camas, y normalizar relaciones con la prensa, uno de los principales quebraderos de cabeza de Fernández-Gao y una de las principales preocupaciones de Muñoz Natera; el cambio drástico de la Carrera Oficial, con un incremento considerable de palcos y nuevas estampas de la Semana Santa entrando por el Alcazar a la Catedral. Retos que posiblemente, sólo Manuel Muñoz Natera sea capaz de cumplir.

Informa: La Voz Digital

Fotos Autor: © Javier Romero Díaz