"No hay que tocar ni el rostro ni las manos del Prendimiento"

Enrique Ortega Ortega está ya en disposición de afirmar que tiene una propuesta de solución al problema derivado de las vibraciones de la imagen del Prendimiento detectado durante su salida procesional. En este sentido dijo que "si me dan la imagen para restaurarla, garantizo que la devolveré arreglada".

El restaurador portuense explicó que se le han instalado a la imagen unos sensores digitales para medir las oscilaciones durante el recorrido que realiza cada Miércoles Santo. Desde el punto de vista profesional y técnico "es una de las intervenciones más complicadas a las que me he enfrentado", explicó Ortega Ortega, ya que "es más difícil realizar una operación de corazón que una de cirugía estética". De esta manera, el restaurador aclaró que no hace falta tocar estéticamente la imagen, que es quizás la máxima preocupación de los hermanos del Prendimiento y de los devotos. "No hay que tocar ni el rostro ni las manos", concretó. Sin embargo, se trata de actuar sobre la estructura de la imagen, una intervención mucho más compleja, a juicio de Enrique Ortega, y que la convierte en una actuación más arriesgada para el restaurador. No quiso entrar en detalles sobre la propuesta de solución ya que primero quiere exponérsela a los hermanos del Prendimiento pero adelantó que requerirá de un arduo trabajo de laboratorio haciendo continuas pruebas hasta comprobar que el sistema de monitoreo es efectivo al cien por cien y que la imagen no correrá ningún riesgo con las "levantás al cielo" durante su salida procesional.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es la antigüedad de la imagen y el estado de la madera que "tiene ya una edad", dijo Ortega.

Toda esta información se desprende de un estudio en profundidad sobre el problema planteado por los cofrades del barrio de Santiago que le ha llevado meses al restaurador de El Puerto de Santa María. Tras realizar diferentes análisis y hacer una serie de pruebas, Ortega ha llegado a sus primeras conclusiones.

En cualquier caso, el artista está a la espera de que los responsables de la hermandad lo llamen requiriendo su opinión y consejos sobre cuál sería la intervención más adecuada para solucionar definitivamente el problema del Prendimiento.

Recordar que desde hace dos años los costaleros del Prendimiento vienen realizando "levantás a pulso aliviao" para evitar cualquier daño a la imagen, siguiendo los consejos de los expertos. Hasta el momento, sólo sabemos que la hermandad se reunirá antes del verano para adoptar una decisión sobre la restauración de la imagen, según explicó su hermano mayor Antonio Medrano. Pero lo cierto es que la persona encargada de alcanzar un compromiso de solución, Enrique Ortega, ha asegurado a este medio que ya tiene la clave y aún no se le ha llamado desde la cofradía.

Los talleres del prestigioso restaurador están situados actualmente en Córdoba y en Jerez le avalan, entre otros trabajos, la reciente restauración del Señor del Consuelo de la hermandad del Transporte, la Virgen de los Remedios, el Cristo de la Viga o el Cristo de la Expiración.

Informa: Diario de Jerez