Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

domingo, octubre 28, 2007

Brillante final para las bodas de oro


La hermandad capuchina de La Defensión cerró ayer de forma brillante la celebración de sus bodas de oro fundacionales con la salida del Crucificado titular de la cofradía. La procesión extraordinaria que cerró el programa fue un magnífico epílogo para una celebración cuyo nivel organizativo y de contenidos ha estado a una altura que merece todos los elogios. La hermandad ha conseguido no sólo resaltar una efemérides sino también impulsar el futuro de la corporación que ha conseguido reafirmarse en su espíritu y en sus formas con grandes dosis de seriedad y rigor.

Tomando como base los beneficios obtenidos a lo largo de los muchos meses de actividades, la cofradía puso ayer en la calle su tesoro devocional más preciado, el Cristo de la Defensión. Y lo hizo de forma elegante, manteniendo su estilo y con la espectacularidad añadida de tener sonando tras el paso a las cornetas y tambores de las Tres Caídas de Triana. Todo un lujo para unas horas en las que la Defensión logró reunir una alta participación en el cortejo tanto de hermanos como de representaciones además de la presencia del público en una tarde de sábado para la historia cofrade local.

A las siete de la tarde, siendo fieles a una severa puntualidad, las puertas de Capuchinos se abrieron para dejar salir la cabecera de la procesión. Detrás, el oscuro paso del crucificado con un monte de flores color sangre de toro, claveles que dieron un tono diferente a un monte siempre de color morado, del mismo tono que los faldones de damasco que estrenó ayer y que en un futuro serán los definitivos pero bordados. La hermandad fue la de siempre en rectitud con la cita previa a los hermanos para la misa antes de la salida. Como si de un Martes Santo se tratara, las formas no se perdieron pese a que el toque de Triana podría llegar a invitar a ello. Pero la cofradía quiso medir también la música eligiendo un repertorio que nos trajo al presente muchas de aquellas viejas marchas que en muchos casos han quedado en el olvido a favor de otras composiciones donde los solos y los alardes corneteros son protagonistas. El Toque de Oración sirvió para saludar al crucificado nada más salir, acompañado por la Marcha Real. Fueron los primeros saludos musicales para meter en ambiente a todos los que se congregaron en la calle Sevilla. Y también para la cuadrilla que tuvo la misión de sacar el paso. El estilo que se imprimió no se diferenció en nada a lo que podría ser en Semana Santa. Andando de frente, fue la consigna que obedientemente aplicó la 'gente de abajo', costaleros que en muchos casos tocaron las trabajaderas de ese paso por primera vez. Así, cortejo y paso guardaron una misma sintonía, un criterio impuesto por la junta de gobierno. Criterio absolutamente esencial para que no se desvirtuara o desnaturalizara todo lo que ayer se vivió. En pocas palabras, ser fieles a la verdad cofrade de la gente de Capuchinos. Otros detalles fueron la vestimenta de chaqué de los hermanos en todas las presidencias, la presencia de las hermandades del Martes Santo, la de La Paz de Fátima y las 'vecinas' de la asociación de La Mortaja y del Redil de la Divina Pastora. En definitiva, la hermandad de La Defensión fue ella sin más, respetándose a sí misma y las formas con las que nació hace 50 años.

Informa: Diario de Jerez


Foto: Diario de Jerez