Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

miércoles, diciembre 12, 2007

Jerez. "La Esperanza" por Oscar Torres

Tenemos los cofrades la mente puesta en la Semana Santa, empeñados siempre en vivir de recuerdos y de lo que queda por venir, sin darnos cuenta de que estamos en una de las semanas más bonitas del año.

Entre el blanco y el celeste de la Pureza de María, Sin Pecado Concebida… y las manos de la Esperanza, que marcaran el verdadero inicio de la Navidad, su Sagrada Expectación es como el encendido del alumbrado extraordinario de nuestro corazón.

Es por tanto tiempo de recapitular, de resumir, de hacer balance, y es por tanto tiempo de cerrar y abrir nuevas etapas, no solo en nuestras hermandades sino en general en nuestras vidas.

Será el 2008 el año de la coronación de la Virgen del Valle, acontecimiento feliz para todos los devotos de María, y será también el año en el que regresará a sus orígenes el Señor de Pasión.

Habrá quien no entienda nada de lo que ocurre, pero ya sabemos que Dios escribe derecho con renglones torcidos.

Qué duro resulta a veces en esta vida tener que renunciar para avanzar, y por eso, porque nada ocurre por casualidad, y es Dios quien marca nuestro destino porque todo está escrito… el Señor se va precisamente ahora, que estamos llenos de la Pureza Inmaculada de María… y estamos a solo un par de días de besar las manos de la Esperanza…

Sería bueno aprovechar que ahora que el Señor con su ausencia lo llena todo, para recapacitar en su mensaje y comprender de verdad lo que está ocurriendo, sería bueno aprovechar para leer entre esos renglones torcidos y acertar a ver que precisamente en las manos de la Esperanza encontramos respuesta a todo.

Ahora que el templo del Espíritu Santo que somos todos nosotros, está mas lleno de ausencia que nunca, tenemos la oportunidad de realizar las obras de mantenimiento necesarias en cualquier edificio; es el momento de fortalecer los cimientos; blanquear la fachada y baldear el suelo para crear el ambiente propio de vísperas de los grandes acontecimientos, por que el fin de su ausencia lo será seguro.

Y cuando vuelva, habremos comprendido que en su ausencia estuvo el Señor más cerca que nunca, porque el Señor está en nosotros, y al no tenerlo nos hemos necesitado mucho más los unos a los otros.

A su regreso, otra estancia también se llenará de ausencia, por siempre jamás, se irá para no volver nunca… y en esa habitación, donde un niño algún día soñará con ser cofrade, siempre estará la Virgen… porque a pesar del tiempo transcurrido yo me sigo haciendo la misma pregunta… ¿Qué somos los hijos sin nuestras madres?...

La respuesta… en las manos de la esperanza.

Artículo: Oscar Torres Barba