Jerez. La algarabía de La Borriquita estrenó el Domingo de Ramos
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Afortunadamente, los favorables partes meteorológicos se cumplieron y la populosa Hermandad de Cristo Rey, conocida desde siempre por la Borriquita, volvía a plantar un año más en las calles de Jerez esa joya de nuestra Semana Santa que es la cruz de guía que tallaran los hermanos lasalianos Juan y Abelardo Buzón Mejías. Delante, las cuatro bocinas que esta hermandad saca abriendo su cortejo y, detrás, una selva de amarillas palmas llevadas por los más jóvenes de la hermandad. Unos 600 nazarenos sacó a la calle la cofradía del colegio San José. Poco antes de las seis menos cuarto, la jerezana Banda del Santísimo Cristo de la Caridad interpretaba la Marcha Real, señal inequívoca de que el misterio de Cristo Rey comenzaba a dar sus primeros pasos por las calles de Jerez. Atestado de público estaba el patio del colegio de San José para ver la salida del misterio. Bajo las trabajaderas, los hombres que un año más dirigió Florián Utrera tuvieron que darlo todo ya en los primeros metros de recorrido, cuando el paso de misterio cruzó el arco del colegio exigiendo a los costaleros que fueran los cuatro costeros a tierra por igual. Y sobre sus hombros, la preciosa imagen que tallara Tomás Chaveli en un paso que volvió a llevar las tradicionales rosas blancas. Junto al Señor, San Juan Evangelista y dos niños con palmas en la mano, de Sebastián Santos, una mujer de rodillas, de Tomás Chaveli y Santiago Apóstol, obra de Miguel Ángel Segura. Para darle más realismo al misterio de la triunfal entrada en Jerusalén, completan el misterio un pollino y la palmera que realizara en su día Miguel Pérez Carrillo. Tras el misterio, otra larga fila de nazarenos, estos con cirios de color blanco salvo los que llevan los hermanos más antiguos de la corporación, los del último tramo previo al palio y que los portan de color azul. Tras los ciriales, la Virgen de la Estrella. Todo lo que se diga es poco para referirse a ella. Su autor, Sebastián Santos, tomó como modelo a su propia hija, religiosa de un convento de clausura, para plasmar en ella la pura esencia de la belleza andaluza. En la hermandad y en todo el Jerez cofrade ya sueñan con verla coronada canónicamente. Como estreno, el bordado de la parte frontal de su manto. Claveles blancos para la Señora y en el llamador, Manuel Serrano Navarro, que sustituyó este año a Jesús Lineros. Detrás, la Banda Municipal Enrique Montero, de Chiclana, otro de las novedades, ya que fue la primera vez que acompañó a la guapa Virgen de la Estrella. Entre naranjos y palmeras De nuevo, fue una verdadera gozada ver a la cofradía lasaliana por la collación de San Marcos, rodeada de unos naranjos que, a pesar de lo pronto de la Semana Santa este año, estaban cuajados de azahar. El paso por la plaza del Arenal también fue hermoso. Y es que las palmeras de la plaza convirtieron este trecho en los caminos de la Jerusalén de hace 2.000 años. A su regreso a San José se vivió un momento muy emotivo en la calle Cruces, cuando con el palio de la Estrella presente, se bendijo un azulejo dedicado a Ella, realizado por el cofrade jerezano Antonio de la Rosa. Después de este bonito momento, la cofradía pudo lucirse mejor que el año pasado, sin prisas, puesto que por una parte no existía riesgo de lluvia y, por otra, porque este año se recogía casi una hora más tarde. El caminar de la hermandad por Plateros, Tornería (una calle que antaño era especial y que ahora ha perdido mucho con tanto foco y tanta luz) y de nuevo por San Marcos fue también, un año más, sublime, poniendo punto y final a una gran estación de penitencia.
Informa: La Voz Digital
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