Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

lunes, marzo 17, 2008

Jerez. LaS ANGUSTIAS. Cuando la ausencia une a una cofradía ejemplar

Cuando el pasado Viernes de Dolores el cronista asistió a la Capilla de las Angustias para revivir la clausura de su besamanos, como colofón a las mismas fiestas del incienso, comprendió entonces el callado significado del desgarro de la ausencia: muchísimos de los hermanos del Humilladero estaban llorando con el corazón literalmente encogido. El cronista, en efecto, comprendió el significado de aquella desolación. No había más que ver al Hermano Mayor, el joven Francisco Mancilla, para entender enseguida la nostalgia por quien durante décadas fuera santo y seña de un modo -sublime e idealista- de comprender, de entender, de afrontar y de contagiar las esencias de la Semana Santa: José Alfonso Reimóndez López (Lete). La redacción -pulcra, neta- de cuanto acampó sobre la cercanía de la Virgen entonces puede extrapolarse sin más ni más a la ambientación -celestial recogimiento, unidad en la blancura del alma de estos nazarenos de negro- cogida y recogida ayer noche en los mismos tuétanos de la cofradía. La corporación se abrazó metafóricamente como homenaje explícito a dos maestros en el noble arte de la Fe hecha testimonio personal que este año -ay- ya no vistieron la túnica terrenal: el mencionado Lete y Paco Ruiz Cortina.
Ves a la cofradía rezando en su templo y adviertes la grandeza de una institución divina. Mujeres presentidas bajo el antifaz. Niños cantores, el paso exquisitamente adornado de flores. El luto sobreañadido, las manos que empuñan cirios, esos pies tan blancos de puro descalzos, la mirada cómplice, la seriedad. El Papa parece hablarles estos días a los nazarenos de las Angustias: “Formad vuestra mente y vuestro corazón en las obras de los grandes maestros y de los testigos de la fe, recordando que las escuelas de espiritualidad no deben ser un tesoro encerrado en las bibliotecas de los conventos. La sabiduría evangélica, leída en las obras de los grandes santos y verificada en la propia vida, se ha de llevar de modo maduro, no infantil ni agresivo, al mundo de la cultura y del trabajo, al mundo de los medios de comunicación social y de la política, al mundo de la vida familiar y social. Para verificar la autenticidad de vuestra fe y de vuestra misión, que no atrae la atención hacia sí, sino que realmente irradia en torno a sí la fe y el amor, confrontadla con la fe de María. Reflejaos en su corazón. Permaneced en su escuela”. Permaneced, sí, cofrades de las Angustias (que ayer de nuevo os aglutinasteis en clave de remembranza) en su escuela, en su luz, permaneced en su amor.


Informa: Jerez Información