Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

domingo, septiembre 16, 2007

Entrevista al Pregonero de la Semana Santa de Jerez 2008

Tiene 55 años, pero aparenta bastantes menos. Desde que llegó, hace ahora diez años, se ganó el cariño y el respeto de la ciudad de Jerez, por su apuesta decidida por la figura de María y la cercanía como principal arma catequética. Es hora, según el mismo ha afirmado, de devolver el cariño en el pregón de la Semana Santa del año que viene.
–¿Se explica tanto cariño de la gente desde que llegó?
–Bueno, mi primer destino como sacerdote fue Jerez. Estuve un año, con muchos problemas, y me fui a Sevilla, aunque volví a los dos con Felipe como provincial. Desde entonces estoy aquí. No sé por qué me quieren, pero mi talante siempre ha sido de cercanía. La asignatura de la vida no me la enseñaron en Salamanca, la traía ya aprobada del pueblo. Estaba todo el día en la panadería, en contacto con mucha gente, con las hermandades, ¡De hecho, fundé una allí siendo panadero!
–Un sacerdote cercano entonces...
–Hay veces que no es que no me considere sacerdote, pero me siento muy cercano, muy llano con la gente, soy otro más. El ministerio sin la presencia entre las personas deja de ser tan grande, yo necesito ese contacto con la gente. Los sacerdotes salimos del pueblo sencillo, y a muchos se les olvida esa procedencia sencilla. No quiero criticar a nadie, pero hay alguno que parece elevado, que está en otra altura… Y somos todos iguales.
–¿Teme la comparación con el padre Felipe en su pregón?
–No, yo vi normal que le dieran al padre Felipe aquel pregón, porque es cercano y ha predicado a muchas hermandades. Es un gran teólogo, con más experiencia y cultura que yo. La cultura que él tiene no la tengo yo, lo que pasa es que parece ser que nos complementamos muy bien el uno con el otro. Son dos formas distintas, pero ambas con cercanía.
–¡Son dos mercedarios en tres años!
–Cuando Muñoz Natera me dice lo del pregón le digo que es una barbaridad. ¡Dos mercedarios en dos años... Esto va a oler! Así se lo dije, con estas palabras. Era lo último que yo me podía imaginar. Me hizo mucha ilusión, pero me quedé perplejo, no tenía ni idea. Es una gran responsabilidad, yo no tengo la cultura lírica de Felipe, pero me voy a entregar en alma y en cuerpo para dar el mensaje que quiero dar en el pregón. Un pregón no es sólo la estética y la belleza, un pregón es un mensaje. El pregón será un recordatorio de la Redención, de la Pasión. Quiero recordar que Dios se ha encarnado en la humanidad, y que por ese misterio tenemos la salvación.
–Por tanto, un pregón de calado...
–La fe es un problema serio, que trasciende. La salvación es sentir la presencia de Dios en tu vida, aunque venga la muerte o el dolor. Es sentir que Dios ha entrado en tu vida y ya no hay ningún miedo, y esto te mueve a la gran aventura de la fe. Esto se olvida, y yo quiero recordarlo; estamos tan distraídos con tantas cosas que perdemos el norte. Quiero despertar esa aventura de la fe, quiero hundir el dedo en la llaga..., pero desde la belleza de la Semana Santa, de la poesía... De Dios sólo se puede hablar desde la belleza.
–¿Tanto le gustan las cofradías?
–Las cofradías, porque son un regalo de Dios, son una plataforma de fe. Yo no estoy seguro si a veces los sacerdotes acertamos con los cofrades, si os entendemos. Lo que sí sé es que os criticamos mucho, algunas veces con razón, sólo en algunas ocasiones. Pero soy muy observador, y veo la fe en los ojos de los cofrades cuando miran a sus imágenes. Y eso es indiscutible. Ese punto de enlace a esa trascendencia hay que cuidarlo mucho, muchísimo. Es un regalo que Dios nos ha hecho en esta zona de aquí, esa fuerza y ese empuje es propio de esta parte de Andalucía, y los sacerdotes tenemos por encima de todo la obligación de cuidarlo.
–Se le ve integrado de por vida en Jerez, tan a gusto entre nosotros...
–Yo me he enamorado de Jerez. Debido a mi enfermedad, me han dado la invalidez absoluta, y como me dejan estar en el sitio que quiero, me pienso aprovechar; Jerez fue mi primer destino, y estoy fascinado por vuestra manera de ser. Quiero estar aquí por mucho tiempo.
–¿Ese sufrimiento personal estará en su pregón?
–El mensaje de Dios es muy necesario en todos los momentos, pero sobre todo en el dolor y la muerte. Yo lo he vivido a nivel personal, y quiero transmitir un sentimiento que le puede hacer mucho bien a mucha gente, pero con el mensaje de la Pasión de Cristo. ¡Precisamente para poder resucitar, que es lo que celebramos, no se le olvide a nadie! No entendemos bien que Cristo ha resucitado, porque es un misterio. Por eso las imágenes de un resucitado no me dicen nada, porque eso es otra cosa. Yo veo la resurrección en la Eucaristía, ahí es donde veo la Resurrección.
–¡En la Sagrada Cena!
–¡Claro, al partir el pan! Si ya lo decían los discípulos de Emaús: lo reconoceréis al partir el pan. La Cena es mucho más que sus costaleros, aunque a mi me encantan, conste.
–¿Su pregón de la Semana Santa servirá para reivindicar el patronazgo de la Merced?
–De Merced habrá mucho en el pregón, porque Ella es misericordia. Y el pregón estará lleno de esa misericordia... Yo creo, por encima de todo, que la devoción por la Merced está latente en el pueblo de Jerez, es una devoción muy añeja. Pero el pueblo jerezano es un tanto raro, rociero en el Rocío, semanasantero en Semana Santa… Y es bueno coger todo,pero hay que quedarse con algo que imprima carácter, que nos distinga de los demás, como la misma fe. Ése sí que es un riesgo que no te da nada a cambio, la fe. O te lo da todo. Pero es cierto que no te da ninguna paga, y eso en este mundo materialista...
–¿Qué le gusta al pregonero de nuestra Semana Santa?
–Todo, hasta el pasado salí con mi garrotica para poder ver las cofradías. Me gusta hasta el morbo que tenéis con las discusiones propias. Hay que hacer cosas, el morbo al menos atrae a la gente. Este año la Merced saldrá con el manto de las espigas y con una corona barroca preciosa que tiene, pero que no es la de la coronación. Ya verás cómo ese morbo despierta algo. ¡Pues bendito sea!
–¿Lo que sea, con tal de agrandar la devoción por María?
–Lo que no hay que hacer es hacer lo que hace el Gobierno de Jerez, que es olvidarla totalmente. En las Fiestas de Otoño, la Merced no aparece por ningún sitio. Es necesario que el Gobierno local se implique. Yo no me meto en signos políticos… pero miro a Sanlúcar, o a Sevilla, y veo más implicación con la Patrona de la ciudad. Veo en la política un excesivo cariño a la poltrona. El poder es el dragón más grande del mundo, tiene más fuerza que el sexo y la comida, ha sido así a lo largo de la historia. No hablo de política, esto también pasa en la Iglesia... Pero quien dice la verdad a Dios alaba.
–¿Para terminar, que le gustaría que quedara de su pregón?.
–Me agarraré a la mano de María, y Ella me enseñará la Semana Santa de Jerez. Jesús fue el primer cirineo de la humanidad, ojalá cojamos nuestra cruz, pero pudiendo ayudar a los demás a llevar las suyas. Porque la cruz le debe hablar al hombre más de amor que de dolor.

Informa: La Voz Digital