Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

martes, septiembre 25, 2007

La Patrona llenó una jornada de fiesta con la procesión como final


La procesión de la Patrona puso ayer el epílogo a una jornada festiva con la Virgen de la Merced como eje central de todos los actos que se han venido celebrando desde el inicio de la novena hasta la culminación con la presencia en las calles de la imagen.

El buen tiempo contribuyó a que hubiera un buen ambiente de público así como una notable participación en el cortejo cuya representación más numerosa fue la de las hermandades. Hasta el momento de la procesión se sucedieron diferentes citas ya tradicionales en la mañana con una basílica que estuvo a rebosar especialmente durante la eucaristía solemne que presidió el obispo diocesano, monseñor Juan del Río Martín, concelebrando con él los sacerdotes mercedarios Jesús Fernández de la Puebla y Felipe Ortuno Marchante así como el predicador de la novena, el presbítero diocesano Miguel Ángel Montero Jordi. Como manda la tradición, en el transcurso de esta eucaristía se renovó el voto de la ciudad a cargo de la alcaldesa jerezana, Pilar Sánchez.

Tras esta función solemne y central de la mañana se sucedieron otras citas como la misa de ofrenda de los costaleros en la que se le entregó a la Virgen , ya preparada en su paso, un ramo de flores. El aire de solemnidad que rodea a la procesión de la Patrona jerezana es una de las características propias de esta cita en la que se entremezcla lo institucional con lo tradicional; la devoción secular que encierra la advocación de La Merced en Jerez con el sentimiento de renovación anual que se produce cuando la imagen de tez morena en su paso saluda a la tarde bajo el histórico y valioso templete que la cubre hasta que cercanas las diez de la noche volviera a estar plantada frente a la puerta principal de la basílica.

Son los matices de una salida procesional diferente porque es la de la Patrona de la ciudad y por tanto las representaciones oficiales, civiles y eclesiásticas, así como las corporativas son indiscutibles señas de identidad de un día especial en Jerez. En el cortejo, además de asociaciones vinculadas a la orden mercedaria, destacaron como es costumbre los estandartes de las hermandades junto con las varas portadas por las representaciones corporativas de las corporaciones penitenciales y de gloria de la ciudad. El obispo diocesano junto con la representación de sacerdotes y de órdenes religiosas, precedieron a las representaciones civiles, la principal la de la Corporación Municipal encabezada por la alcaldesa, Pilar Sánchez. Y detrás, como siempre demasiado lejos, la banda municipal de música.

El paso, decorado floralmente con nardos como la tradición manda, fue portado por algo más de dos cuadrillas de costaleros al mando de Martín Gómez Moreno, consolidado en este menester. Precisamente uno de los aciertos en los últimos años ha sido saber captar y adaptar el caminar del paso a la solemnidad que se requiere para la procesión de la Virgen de la Merced. Sin más adornos que andando de frente e imprimiendo un ritmo vivo a la procesión, fue transcurriendo una tarde noche alrededor de la Patrona Jerezana a la que esperaba un epílogo en forma de oración y poesía con el fervorín que este año se le encargó al cofrade y pregonero de la Semana Santa, Antonio Moure Sánchez.

Una de las particularidades de este año fue el recorrido ya que debido a las obras de pavimentación de la calle Larga hubo que recortar el mismo para al llegar a la altura de la Alameda del Banco, hacer girar la procesión y entrar en Tornería. Pero que nadie piense que esta modificación tendrá continuidad ya que la orden sigue con el criterio de hacer pasar a la Patrona por la "Puerta Real", es decir por Consistorio, para evocar la larga e intensa relación histórica que tiene la orden y esta imagen con la ciudad. El itinerario tuvo su momento de más afluencia de publico en lugares como Porvera, Larga y este año la Alameda del Banco para desembocar en la calle cofrade por excelencia, la Tornería. En la estrechez todo alcanzó momentos de especial belleza del mismo modo que el tránsito por las calles de los añejos barrios de San Marcos y San Juan. Otro detalle que saltó a la vista fue la vestimenta de la Virgen que ayer lució la corona del siglo XVIII y no la de la coronación canónica de 1961. También vistió otro manto dejando ver la maravilla del llamado de las espigas.

Informa: Diario de Jerez

Fotos Autor: © Javier Romero Díaz