Jerez. La recogida

Te perdiste mil fervores y plegarias tras el andar cansino del Cristo del mujerío y un sinfín de ilusiones propias de seis de enero en el lejano barrio de La Granja. Te perdiste, Jerez, el sabor de unos hermanos con el espíritu de Santa Ángela, que soñaron con ser cofrades un Viernes de Dolores y que hoy son paradigma de la elegancia y el buen gusto. Te perdiste sones de capilla por la Plaza del Mercado acompañando el caminar racheado del traslado de Cristo a su sepulcro y a una Virgen con aires macarenos entrando en Carrera Oficial a los sones de su marcha, Patrocinio. Y porque ayer era Miércoles Santo y Dios quiso que lloviera, perdiste la oportunidad de entrar en la gloria en vida viendo a la Amargura a los sones de Font de Anta cuando encara, poco a poco, paso a paso, la Antigua Capilla del Humilladero, para rendir pleitesía a la Virgen de las Angustias. Y te perdiste, Jerez, el trabajo costalero bajo un palio negro, que sale de San Lucas a tierra los dos costeros. Y te perdiste el Saludo del Señor del Soberano al Nazareno de Cristina, y el caminar portentoso del Señor Flagelado mientras su madre pasea su arte por la calle Naranjas rememorando aquel milagro. Y te perdiste la saeta de Elu, y las mil al de Santiago y a su madre, Desamparo. Te perdiste, en fín, Jerez, un Miércoles Santo glorioso, que empezó mal en La Granja y que acabó peor en Santiago por mor del agua que falta siempre, menos en la mejor semana del año.

Informa: La Voz Digital