Jerez. El Miércoles Santo marca el principio del fin de nuestra Semana Santa
El principio del fin. Cuando el paso de palio de la Amargura se pierde camino de la calle Medina, y corriendo vamos hacia la calle Tornería a ver las evoluciones del Prendimiento, en el fondo todos los cofrades tenemos el regusto amargo de quien sabe que todo se está acabando, que estamos viviendo emociones únicas que a buen seguro no se repetirán. Vendrán otras, todavía quedan tres días grandes de cofradías, pero con la Amargura y el Prendimiento recogidos, no puede uno dejar de pensar en lo que ya ha pasado. Reducir el Miércoles Santo a esas dos cofradías sería una injusticia, puesto que estamos ante uno de los días más completos de la Semana Santa. Ya lo era antes de la incorporación de Consuelo y Soberano, pero desde la incorporación de estas dos nombradas, la jornada resulta gratificante a todos los niveles. Comienza pronto en San Mateo el Miércoles Santo, con una hermandad de Santa Marta luchando por encontrar un hueco que muchos le quieren negar, desplazándola a un Sábado Santo que ni existe, ni está en mente. Una cofradía que ha encontrado el sello en el paso de misterio, con un andar valiente y racheado que estrena capataz en la figura de Jaime Gutiérrez Bustillo, que se ha hecho cargo de la cofradía completa. Una hermandad dividida entre la seriedad del misterio y la alegría controlada de la Reina del Patrocinio. A la hora en la que se ponga la cofradía albinegra en la calle, el Soberano Poder ya habrá abandonado su barrio de la Granja. Por méritos propios, la hermandad que preside Iván Cote se ha hecho acreedora de muchos calificativos, y todos buenos. Desde la parroquia de las Viñas, quién sabe si por última vez, nos llegará la hermandad del Consuelo, otra de las recién llegadas pero con las ideas muy claras del estilo que quieren imponer. Una túnica preciosa, un cortejo magistralmente dirigido por su diputado mayor de gobierno, Gabriel Alvarez, y una marcha como Soleá dame la mano, marca de la casa. Y por último, la devoción, la fe. Las mayores emociones condensadas en miles de fieles que se agolpan tras el caminar del Señor Caído cada Miércoles Santo, aunque gracias al buen trabajo de Tomás Sampalo, los Dolores ha pasado a un primer plano convirtiéndose en uno de los mejores palios que se pasean por Jerez. Todo esto le espera hoy en los rincones de Jerez, si usted sabe paladearlo. Olvídese de los palcos, y disfrute la Semana Santa. Se nos acaba sin remedio... Hermandad del Soberano Poder Se convirtió el Soberano Poder, casi sin pretenderlo, en la nueva Clemencia, en la abanderada de los itinerario imposibles y de un nuevo estilo aplicado a las cofradías. Se convirtió, como decíamos, porque es de justicia reconocer que ha hecho las cosas con gusto y con criterio. El Soberano representa hoy en día los valores tradicionales de lo que es una cofradía de barrio, plenamente integrada en la labor social de los más necesitados y plenamente integrada en su parroquia. Y por qué no decirlo, un gustazo para los sentidos la cofradía al completo. No se la pierdan... Hermandad del Consuelo Tenían claro desde el primer momento que querían salir el Miércoles Santo, y a base de esfuerzo y sacrificio, lo han conseguido. Entre unos pocos sentaron las bases de lo que sería la cofradía, y poco a poco van dándole forma a una cofradía que se ha convertido en otro de los tesoros escondidos que conserva la Semana Santa de Jerez. Su mejor virtud, no ser una hermandad populosa, lo que permite vivir momentos íntimos en cada rincón de su recorrido. Atrévanse a vivir la cofradía del Consuelo, y disfrutarán de una de las cofradías con las ideas más claras de la ciudad. Hermandad de Santa Marta Es curioso el caso de Jaime Gutiérrez Bustillo, al que todos en el mundo de las trabajaderas conocen como Petate. Llevaba toda la vida ligada a las trabajaderas, había sacado multitud de pasos a la calle, y un buen día, un buen amigo suyo, le puso un terno negro. Desde entonces, ha ido evolucionando en sus conceptos, hasta convertirse hoy en capataz de la cofradía completa de Santa Marta, una de las hermandades con el recorrido más comprometido de la ciudad. Una hermandad con sello propio, que es conveniente ver por las calle estrechas del barrio de San Mateo. Hermandad de la Amargura “La Virgen baja del cielo todos los Miércoles Santos en la plaza de las Angustias”. Esta fue la definición de lo que pasa en la Capilla del Humilladero de José Carlos Galán, hermano mayor de la hermandad. La hermandad de la Amargura es una de las más esperadas de la Semana Santa, por todo lo que ella representa. Un cortejo nutrido y vistoso, dos buenos pasos de salida, grandes bandas, y todos los detalles que hacen grande una cofradía. Y al frente de ella, uno de los capataces más veteranos y respetados de nuestra Semana Mayor, Paco Yesa. Hermandad de Las Tres Caídas Hoy es un día de capataces, de gente con oficio delante de un paso. Tomás Sampalo manda la cuadrilla de los Dolores con la tranquilidad de los líderes, con la seguridad que le dan sus muchos años de oficio en el mundo de las trabajaderas, hasta que ha convertido a la cuadrilla de los Dolores en una de las más respetadas de Jerez. Pero siempre llevará delante el río humano que congrega la fe y la devoción al Señor Caído, uno de los secretos más arraigados de nuestra Semana Santa y la demostración palpable de que el amor es el motor de nuestra Semana Mayor. Hermandad del Prendimiento El broche de oro al día lo pone el Prendimiento, una cofradía de barrio donde el duende y el cante apagan las cornetas y los tambores. Una cofradía donde la sorpresa puede surgir en cualquier momento, y donde las gargantas se rajan en cualquier esquina, porque el Prendimiento es, sin duda, una de las devociones más importantes de nuestra ciudad. Y tras El, la Señora del Desamparo será una vez más la fiesta del color rojo, la algarabía de un barrio y la emoción, a veces más callada que gritada, de un barrio que nada más que sabe aplaudirle a su señora por bulerías.
Informa: La Voz Digital
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