Jerez. La Coronación fue otra vez dueña de la Albarizuela
Por eso, y sabiendo como saben los cofrades de la pequeña capillita de Los Desamparados, que no sería posible entender en Jerez un Domingo de Ramos sin ellos, sucedió que el pestillo chirrió nervioso algo antes de las cinco y media, que el portalón descorrió nervios e impaciencias, y que los cielos celestes de la tarde conocieron de la nueva Agrupación Musical de Jesús de la Pasión, llegada al centro desde la Granja, recuperando aquella ya olvidada costumbre de llevar una banda “en la Cruz de Guía”. Así fue como empezó la Coronación a ponerse ayer en la calle, preciosa como siempre la blanquinegra túnica de sus nazarenos y mejor aún el exorno de lirios para el Cristo, y así fue que el noble arrabal que llega hasta San Pedro conoció de nuevo de aquellos inciensos imaginados un año entero, los que volaron nerviosos ante el dorado canasto del Señor, y algo más tranquilos ante un palio de lujo que estrenaba cordones, corbatas, flecos y bellotas. Haciendo caso a las decenas de guías - horario que durante estos días circulan por todas partes, las calles más ilustres del barrio fueron otra vez un hervidero de cofrades. Y es que parece que calles como Bizcocheros, Antona de Dios, Gaspar Fernández o Rosario, estuvieran hechas ex profeso para ver pasar cada año a la Hermandad, porque quien alguna vez ha visto avanzar valiente el misterio por entre los ajustados cierros de los balcones, o primoroso al palio entre sus geranios, no pasará un solo día por estos rincones sin acordarse del milagro costalero de cada primavera. Especialmente emotivo, y además hermoso, fue el paso de la cofradía por la Plaza Aladro, donde por primera vez esperaba el monumento a la Virgen del Rocío inaugurado el pasado 27 de abril, con ocasión de las Bodas de Diamante de la Hermandad rociera de Jerez, enclave donde los pasos detuvieron su caminar, ante imaginamos, la sonrisa complaciente de los muchos y buenos rocieros que bajo los negros antifaces musitaban las estrofas del Ave María. Por Carrera Oficial, más de lo mismo, es decir, andando como se puede según los horarios comunes, a veces beneficiosos, y a veces ralentizadores del normal transcurrir de las cofradías, y en Catedral, como siempre, un destello de primores, que son los que regalan a los oídos las mágicas campañillas de los candelabros de cola del paso de palio. De todas forma, donde los cofrades de La Coronación, tenían clavada desde hace un año su particular espina, era en el itinerario de regreso a su capilla, ya que en 2007, fue donde se truncaron las ilusiones de recogerse en condiciones, bajo el tremendo aguacero que les sorprendió a la vuelta. Por eso, imaginen las ganas con las que se llegó a casa, ya que la de ayer fue una recogida con dos años de vigencia. Una recogida de Hermandad grande, forjada a ley en la fragua de la historia. Además, el hecho de que las cofradías se recojan algo antes de lo que lo hacían no hace muchos años, posibilita entre otras cosas que las cofradías lleguen a sus templos acompañadas por más público del que solía, un acierto sin duda que agradecer a la nueva política de horarios del Consejo, que ahora es cuando está empezando a recoger los frutos.
Informa: La Voz Digital
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