Noticias de la Semana Santa de Jerez y Sevilla

martes, marzo 18, 2008

Jerez. Una estación de penitencia con sabor a barrio viejo


Fue día grande el de ayer en Santa Ana, porque fue el día de la hermandad de siempre, la que fundaron los abuelos, la que luego engrandecieron los padres y la que ahora, superado el cincuentenario de su nacimiento, camina con paso firme buscando consolidarse entre las venturosas realidades del siglo XXI, siendo a la vez alfa y omega de unas formas de ser y de sentir, que conjugan la fe popular de las gentes de la Plata con las necesidades pastorales de la Iglesia en aquella zona de Jerez. Fue día grande en el barrio, como siempre sucede cuando regresa el Lunes Santo, porque muchos retornaron a sus orígenes, porque muchos recuperaron la memoria de cuando eran niños y porque los fogones volvieron a preparar aquellos platos que sólo se preparan cuando se reúnen las familias enteras, aquellas mismas que por la tarde ciñeron sus cuerpos con túnicas blancas cubierta de antifaces morados. Dicen las estadísticas que se publican un año tras otro, que la Candelaria sacó ayer a la calle cerca de trescientos nazarenos, y la verdad es que ésta es una de esas estadísticas de las que hay que leer con matices, porque si bien es verdad que la hermandad se basa en unos números reales, tampoco es incierto que, cuando el reloj marca las cinco en los relojes, estos números se multiplican en los rostros de los pequeños que duermen siesta de abrazos en hombros de sus padres. Por eso sabe tanto a pueblo la cofradía del Señor de las Misericordias y la dulce Virgen niña de la Candelaria, y por eso es que la salida de la hermandad es de las que se esperan desde un buen rato antes, en animada charla de cafés o sobre los sinceros encuentros en la acera, antesala gloriosa de lo que luego, como ayer sucedió, se convierte en admiración por lo que sale cada año de una parroquia, también de estreno en 2008, por cuanto tras más de treinta años ya no está Antonio Bernal al frente de la misma tras su renuncia por enfermedad hace algunas semanas. Además, y puestos a tirar de historia, también debemos destacar la recuperación musical para Jerez de la Agrupación de Santa María Magdalena, del Arahal, que casi dos décadas después regresó a la ciudad para acompañar al paso de misterio, haciendo gala de aquel refrán que dice que quien tuvo retuvo, y es que parece que el tiempo no ha pasado por este son tan genuino, motivo de comentarios entre los aficionados a la música procesional durante toda la tarde. Con estas tarjetas de presentación se puso en la calle la cofradía, estrenando como siempre paño de la Santa Mujer Verónica, en este caso pintado por José Ramón Fernández Lira, así como faldones para el paso de palio donados por varios hermanos, y recuperando para la dolorosa una saya antigua, blanca y bordada en oro, que vale como testimonio, aunque la Virgen tenga piezas de mejor calado en su rico ajuar. Se echó ayer pronto el frío sobre Jerez, lo que motivó que el regreso a Santa Ana tras salir la Hermandad de la Catedral resultara bullicioso en las zonas más estrechas, como Carmen o Tornería, y algo más despejado en las cercanías de la sede canónica. Y es que ya se sabe que el frío retira pronto a la gente para sus casas, aunque la conclusión final nos invita a felicitar a la hermandad por una brillante estación de penitencia, primera de un periplo recién inaugurado por la nueva Junta de Gobierno. Felicidades.

Informa: La Voz Digital